Es la historia de un chico llamado Javier que vivía con su familia en Madrid. Un día su padre se puso enfermo de tuberculosis y tuvo que ser ingresado en un hospital, entonces la madre decidió que lo mejor es que Javier pase unos meses en casa de su tía Adela en Santander y su hermano Alberto se quede en Madrid en casa de sus otros tíos. Sin más remedio viaja en tren hasta Santander, hasta que llega a casa de sus tíos , la familia Obregón, su casa se llama Villa Candelaria. Sus tíos tienen cuatro hijas, Rosa, Margarita, Violeta y Azucena.
A Javier le parece que la vida en casa de sus tíos es bastante aburrida, porque no tienen televisión y lo que siempre hacen es leer, pintar o escuchar música, pero todo cambia cuando una noche que se queda dormido nota como si alguien lo estuviera observando, cuando se levanta ve que no hay nadie en la habitación, pero si había un olor a nardos. Van pasando los días y de vez en cuando nota esta presencia y gran este olor a nardos , y se lo cuenta Violeta. Ella le dice que también nota una presencia deciden compartir la experiencia.